jueves, 6 de noviembre de 2014

Primeros años del Siglo XX


Son innumerables las tendencias y subtendencias de la pintura del siglo XX. En general, suelen estudiarse en relación con los acontecimientos políticos y sociales de la época, diferenciándose entre las vanguardias históricas anteriores a la primera guerra mundial (fauvismo, cubismo, futurismo, expresionismo) y las del período de entreguerras (constructivismo, dadá, surrealismo, Bauhaus, Art Decó, muralismo mexicano). Más problemática es la relación con las vanguardias estéticas de movimientos como el realismo socialista, el arte fascista, el arte nazi o el arte del franquismo.
La segunda guerra mundial marca la ruptura época con el traslado del centro de la actividad artística de Europa (sobre todo París -Escuela de París-) a Estados Unidos (Nueva York). Pintores estadounidenses protagonizaron los nuevos movimientos también calificados como vanguardistas, como Jackson Pollock (action painting, la denominada Escuela de Nueva York -expresionismo abstracto-) y Andy Warhol (Pop Art).
El último período del siglo XX, que puede considerarse iniciado con la muerte de Picasso, que coincide con el final de la Guerra de Vietnam (1973), ha sido identificado con términos como deconstrucción, postmodernidad o transvanguardia.

Vanguardias históricas

Hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

Las denominadas "vanguardias históricas" son las que surgieron en los primeros años del siglo XX, tras un fin de siècle dominado por el modernismo y el simbolismo. Una belle époque en la que la amenaza de la guerra era cada vez más perturbadora (paz armada).
Fauvismo
Los fauves ("fieras"), siguiendo el precedente de los nabis de 1888, usaban el color de forma arbitraria, abstrayéndolo de la objetividad visual y poniéndolo en relación con su propia subjetividad, estuviera relacionada con alguna justificación formal o con cualquier necesidad expresiva (cuya justificación dejaba por tanto de ser necesaria). El grupo recibió su denominación por el escándalo que suscitaron en el Salon d'Automne de 1905 (Henri Matisse, André Derain, Albert Marquet, Charles Camoin, Louis Valtat, Henri Evenepoel -belga-, Maurice Marinot, Jean Puy, Maurice de Vlaminck, Henri Manguin, Raoul Dufy, Othon Friesz, Georges Rouault, Kees van Dongen -holandés-, Alice Bailly -suizo- y Georges Braque -que a los pocos años inició con Picasso el cubismo-).
Expresionismo, "Die Brucke"
El expresionismo, del que es un cercano precedente El grito (del noruego Edvard Munch, 1893), fue un movimiento pictórico gestado en Alemania en torno al grupo Die Brucke (1905, Ernst Ludwig Kirchner, Emil Nolde).
Cubismo y Futurismo
El cubismo de Pablo Ruiz Picasso (Las señoritas de Aviñón, 1907), Georges Braque, Fernand Léger, Juan Gris o María Blanchard, representaba las figuras a través del desdoblamiento de los planos que componen su superficie y técnicas innovadoras, como el uso del collage que añade todo tipo de materiales a la materia pictórica. Se ha señalado la influencia en el cubismo de los volúmenes de Cezanne; aunque también del primitivismo buscado en las máscaras africanas y en la pintura románica.
El futurismo de Boccioni y otros pintores italianos, en torno al poeta Marinetti (Manifiesto futurista, 1909), también pretendía aproximarse a una realidad visual más profunda, pero evocando el movimiento y la velocidad, multiplicando la representación sucesiva de la misma figura, con lo que obtenía efectos visuales hasta cierto punto similares a los del cubismo. El Desnudo bajando una escalera de Marcel Duchamp (1912), que fue rechazado por los cubistas cuando fue presentado en el Salon des Indépendants de ese año presentaba características de ambos estilos. Su exposición en el Armory Show de Nueva York (1913) fue ampliamente ridiculizada en la prensa, y contribuyó de forma notable a la difusión de las vanguardias.
Frente a la mayor pervivencia del expresionismo, que no sólo sobrevivió a la Primera Guerra Mundial, sino que intensificó con ella su caudal de agresividad temática; cubismo y futurismo tuvieron una vida corta, aunque muy fructífera. Con gran rapidez dieron origen a una gran variedad de movimientos pictóricos, igualmente efímeros, que en algún caso se consideran precedentes de la abstracción, como el purismo (Amédée Ozenfant), el orfismo (Robert Delaunay y František Kupka), el vorticismo británico (Wyndham Lewis, Edward Wadsworth), el rayonismo ruso (Miguel Larionov y Natalia Goncharova), el sincromismo estadounidense (Stanton MacDonald-Wright y Morgan Russell), el neocubismo español (Daniel Vázquez Díaz y Pancho Cossío), etc.

Periodo de entreguerras (1918-1939)

En este periodo continuaron desarrollándose las vanguardias históricas de la etapa anterior, y surgieron otras nuevas, en una sucesión frenética de etiquetas y manifiestos. La adscripción de cada pintor a un solo movimiento es en sí misma un error, dada la fluidez de contactos entre ellos y la evolución personal de cada uno; siendo el caso más evidente el de Picasso, que pasó por todos. Otros, como Balthus, negaron explícitamente que los pintores y su pintura debieran ser objeto de clasificación o comentario, sino sólo de contemplación.
Expresionismo, Nueva Objetividad y "Der Blaue Reiter"
El expresionismo fue la corriente predominante en los países nórdicos y Europa central, y se pueden asociar a ella muchos pintores de todas las nacionalidades (Amadeo Modigliani, Chaïm Soutine, José Gutiérrez Solana). Hasta tres generaciones de expresionistas desarrollaron una pintura representativa y comprometida con la realidad; en algún caso planteándose explícitamente como una reacción contra el propio expresionismo: la Neue Sachlichkeit ("Nueva objetividad", Christian Schad, Otto Dix, George Grosz, Oskar Kokoschka). Un movimiento de la segunda generación expresionista, Der Blaue Reiter ("El jinete azul", Vasily Kandinsky, Paul Klee, Franz Marc, August Macke) derivó hacia la pintura abstracta al entender que solo era posible representar el interior del ser y el pensamiento a través de formas no figurativas (abstracción lírica).
Constructivismo, "Die Stijl", Suprematismo
El neoplasticismo o constructivismo holandés, del grupo De Stijl ("El estilo", 1917, Piet Mondrian, Theo van Doesburg), desarrolló una abstracción geométrica. La Revolución rusa de 1917 tuvo también una expresión artística inmediata en movimientos pictóricos de vanguardia como el suprematismo y el constructivismo soviético (Rodchenko y Malévich), antes de establecerse el realismo socialista.
Dadá y Surrealismo
El movimiento dadá (palabra elegida al azar) fundado en Zúrich en 1916, implicó a pintores franceses, alemanes y estadounidenses Hans Arp, Francis Picabia, Max Ernst, Man Ray). Inauguró un interés por la fantasía, lo irracional, lo extravagante y lo onírico; que el grupo surrealista (manifiesto de 1924) teorizó influenciado por el psicoanálisis y los cambios de paradigma científico (teoría de la relatividad y mecánica cuántica). Hubo precursores, como Henri Rousseau o Marc Chagall. Dentro de las manifestaciones pictóricas surrealistas se diferenciaron los surrealistas abstractos como Joan Miró o Yves Tanguy y los figurativos como René Magritte o Salvador Dalí. Fuera del grupo, pero con estrecha relación estética, estaban la pintura metafísica de Giorgio de Chirico o la obra de Marcel Duchamp que, mediante la descontextualización, convertía objetos reales de la vida diaria en formas puramente artísticas.
Bauhaus y "Art Decó"
El establecimiento de la Bauhaus, dirigida por los arquitectos Gropius y Mies Van der Rohe, tuvo un poderoso impacto en todas las artes plásticas, incluyendo una escuela de pintura a la que estuvieron asociados Lyonel Feininger, Johannes Itten, Vasili Kandinsky, Paul Klee, Gerhard Marcks, Laszlo Moholy-Nagy, Georg Muche, Oskar Schlemmer y Lothar Schreyer.
Otro movimiento inicialmente arquitectónico y de diseño, el art déco, también tuvo una vertiente pictórica importante (Tamara de Lempicka).
Pintura de los totalitarismos o las dictaduras
A pesar de su identificación inicial con las vanguardias, el arte de las dictaduras o de los totalitarismos (comunismo soviético -realismo socialista-, fascismo italiano, nazismo alemán -blut und boden, "sangre y suelo"-, franquismo español, movimientos parafascistas rumanos) se recondujo por razones ideológicas y propagandísticas hacia el conservadurismo estético, convergente en términos formales a pesar de la extrema oposición ideológica (por razones idénticas aunque originadas en presupuestos distintos), que exaltaba los valores populares contra los de la intelectualidad elitista, que se calificaban, dependiendo de la terminología empleada en cada caso, de desviacionistas (уклонизма -uklonizma-), burgueses, degenerados (entartete), antiespañoles, etc.
Muralismo mexicano
En un ambiente de mayor libertad expresiva y política, aunque conectado con los presupuestos ideológicos del realismo socialista, se desarrolló el muralismo mexicano, muy implicado en las luchas entre las distintas facciones, que llegó a una extrema violencia durante la presencia de Trotsky en México (Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros).

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